Las burbujas perecen al desmembrarse
en la explosión espontánea y sutil.
Colapsan y chocan de forma inminente
con la realidad construida por nosotros
y se desintegran al golpearse contra
los sofismas vanos e inservibles que adoptamos.
Las burbujas destellan, se estrellan
como meteoritos contra un planeta,
se estrellan con el aire y explotan
como el concepto de un dios
destructor de la belleza y desunificador
batiéndose contra la falta de fe.
en la explosión espontánea y sutil.
Colapsan y chocan de forma inminente
con la realidad construida por nosotros
y se desintegran al golpearse contra
los sofismas vanos e inservibles que adoptamos.
Las burbujas destellan, se estrellan
como meteoritos contra un planeta,
se estrellan con el aire y explotan
como el concepto de un dios
destructor de la belleza y desunificador
batiéndose contra la falta de fe.
Las burbujas perecen,
se les acaba el tiempo justo al nacer;
su eternidad se encierra en segundos,
algunas siquiera alcanzan a crearse…
Pese a eso,
podría asegurarte,
que disfrutan más ellas en su brevedad,
antes de ser desfragmentadas
por el rudo exterior, que tú
con tu eterno lamento sintiéndote un vil mártir.
se les acaba el tiempo justo al nacer;
su eternidad se encierra en segundos,
algunas siquiera alcanzan a crearse…
Pese a eso,
podría asegurarte,
que disfrutan más ellas en su brevedad,
antes de ser desfragmentadas
por el rudo exterior, que tú
con tu eterno lamento sintiéndote un vil mártir.
-Angel García.