y mirarte al espejo?
Tras largas noches
me torturo
con su manto ausente.
Y tú, pasas los días
como si no importara.
Como si un alma muriera
y tú lo disfrutaras.
Entre tanta porquería
y poesía barata,
el alcohol
me deja borrosa la vista
y los cigarros
matan a mis gatos lentamente.
Tocan las canciones
y yo sigo escribiendo
cosas sin continuidad
ni pureza.
¡Dios mío!
¿Cómo puedes levantarte
de la cama así de feliz?
Sin que te estruje
el colchón
y el sol te queme la espalda.
O sin que las moscas
bailen sobre tu piel
gris y sin vida.
No lo entiendo.
Quizá nunca lo entenderé.
Aunque quizá nunca me importe.
-Angel Garcia