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sábado, 10 de octubre de 2015

Perspectivas

Dicen los alcohólicos que para un corazón roto sirven un mezcal y ocho tequilas.
Por otra parte, pero no tan distante, los borrachos dicen que con diez caguamas basta para el olvido, la reparación y hasta para vomitar en el bar. Hermoso ¿no?
Un cardiólogo lloraría de risa y te diría que el dolor es biológico y no sentimental a pesar de que te estés deshidratando por el llanto en frente de él.
El músico lloraría contigo y escribiría una canción sobre eso a tus espaldas sin darte crédito alguno de su inspiración.
Quizá el fotógrafo te harte con su cámara y la luz del flash, pero es que él no puede perder la oportunidad de capturar la expresión de un corazón deshecho.
El sacerdote te subirá los ánimos haciéndote reír con su comprensión mal fingida y su gracioso intento por hacerte creer que Dios te recompensará más adelante; y el devoto te tomará de la mano diciéndote algo como "todo estará bien, hermano", cuando en realidad le importa un carajo y sabe que sus problemas en casa con su mujer y las deudas son peores.
El psicólogo, inútilmente, te hará ver que en realidad es una patología y no un problema tan grave; te dirá, redundantemente, que te duele porque en realidad no lo quieres superar y tu tendencia masoquista saldrá a la luz.
Estoy seguro de que el ingeniero, el físico, el químico, el biólogo y el abogado te ignorarán, porque estarán debatiendo por quién es mejor, entonces llegará el médico con su jodida vanidad puesta en forma de bata y se unirá a la discusión.
Los gatos verán tu problema y se recostarán en tus piernas, esperando a que duermas para extirpar tu alma débil, o muerta en el mejor de los casos.
Y los chaneques acechan a los gatos para que no les roben su propiedad (eso dicen ellos).
Mientras que las brujas se acercan a decirte "¿Amor, estás bien?" y besarte para hacerte sentir mejor... Evidentemente ellas ya saben que tu alma les pertenece con sólo aspirarla en cada beso, cada estertor... Ellas siempre ganan.
El artista de acuarelas dará vida a una representación surrealista (si tienes suerte, claro) de tu corazón siendo devorado por quimeras.
El escritor tomará su máquina de escribir y con sus dedos deformes te dedicará su próxima novela. 
Podría apostar que el director de cine o teatro te dirá que tú y tu historia son basura, aunque para el siguiente año mires el estreno de una película u obra de teatro con el mismo ámbito que tu sufrir.
Y el poeta... evidentemente será el que agoniza y pide una explicación o remedio a todos los anteriores, mientras termina su cerveza y recibe con sincero y lívido cariño los febriles besos de la bruja, haciendo a un lado al gato y asustando a los chaneques para entregarle a la bruja los estudios cardiológicos, la canción, la fotografía, las risas que el clérigo provocó, el diagnóstico psicológico, el cuadro surrealista, la novela, la película o de preferencia la obra de teatro, los besos, el cuerpo, la eternidad, la cordura, el alma y por último el corazón roto...para que ella, y sólo ella... lo repare con un hechizo.

  -Angel García.

lunes, 5 de octubre de 2015

Credo a Lilith

No creo en un dios poderoso, creador de tierras y del cielo, sino en ti, clavándome al infierno en una cruz como si fuese Jesucristo. Creo en lo invisible y dudo de lo que veo, como imágenes santas de la iglesia.
Creo en ti, como deidad o mesías, partiendo la cama para abrir el averno y liberar demonios.
Diosa sin dioses, oscuridad de la noche, la verdad absoluta cubierta de mentiras y una piel desnuda y pegada a los huesos; creadora y creación, de la naturaleza, no de aquél "padre" anfitrión de una falacia creacionista.
A nosotros los hombres ofreces salvación a cambio de locura, y te ríes de los santos, que bajan del cielo, desde aquella cama en el inframundo. Te carcajeas de la charlatanería de María -que disque la violó una paloma-, y nos devoras; devoras hombres y mujeres; nos crucificas en tu sexo y nos guardas por tres días, aguardando la resurrección, según mil escrituras.
Y vendrás, de nuevo, para juzgar a los vivos y felicitar a los muertos, y tu dictadura no tendrá fin.
No creo en el espíritu santo, creo en tu sexo dador de vida que "ofende" al padre y al hijo por recibir la misma adoración y gloria, cortesía de nosotros los hombres, los poetas y de las mujeres también.
Creo en tu cuerpo como iglesia, no santa, ni católica ni judía, ni apostólica.
Confirmo que el bautismo a tu manera me encanta; aquél ritual de iniciación con el que me embarro de pecados sin perdón.
Espero la resurrección en tu cuerpo y una mejor vida para el mundo futuro.
Amén.
   .Angel García.

Entre tus dedos

Entre tus dedos
viven los clavos de mi ataúd.

Los cigarrillos que te encanta fumar
luego de pulverizarme
con tu poesía vulgar,
oscura y húmeda.

Entre tus dedos
se encuentra el borde del precipicio.
La telaraña de una irrealidad.

Un acantilado que me separa
de la evaporación existencial.

Entre tus dedos
existe aquello que me incita
a entregar estos labios desérticos,
como ofrenda a lo que llevas dentro.

Entre tus dedos
se pierde mi cabello sucio
como el olor a tabaco resagado.

Entre tus dedos
se avistan los personajes
de mi espectáculo mental,
espectros y monstruos de un vals caótico
que bailan desentendidos, al compás de tu figura;
de mis ojos, quizá de suspiros.

El humo se desprende del cilindro
entre tus dedos.

Hipnótico elixir visual;
maldito mapa que me guía
a las islas de tu cuerpo.

Sales debajo de sábanas masacradas y cansadas;
con tus garras de cuervo me atrapas,
me estrangulas y me tragas
con los temores que nunca mencioné.

Tus uñas me laceran la carne
y me arrancan el traje hasta dejarme en los huesos.

Al final del show te escucho
susurrar, como para ti, "buen provecho".

Una mirada sádica,
la piel en el suelo
y unos dientes que muerden en círculos, 
que succionan mi alma
y a veces la del cigarrillo.

- Angel García.