La noche nos traga
con dientes de estrella.
Entre las fauces
de este bosque soñado
mi alma se estruja
contra el frío.
Sudor helado;
pánico exhalado.
Perseguido por lobos
a través de la pesadilla;
tropiezo y caigo
sobre hojas, rocas,
desesperación.
La luz impacta
sin ser de día;
con ojos llenos de lágrimas
miro tus pupilas,
y me percato de tu calor
que me arropa con los brazos.
Entonces me percato
del alma que me regalaste;
de tu esencia que no me deja solo
a pesar de lo oscura
que se torne la noche.
-Angel Garcia
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