Sacúdete los sueños
de ese cabello tan sucio.
Escribe unos versos
llenos de rabia y lágrimas.
Hombre viejo,
que ya no sabes de realidad.
Hombre joven,
que nunca fue prudente.
Tus huesos se pudren
a corta edad;
tus sesos los vuelas
con humo de cigarrillos.
Por favor, hombre,
pasa y deja el esqueleto seco
en la cama de invitados.
Quítate el traje de humano,
que ya no perteneces a ellos.
Lávate las manos y la cara;
así quizá tus ojos vean mejor
y tus dedos puedan
tomar mejor la pluma,
o el vaso, o la guitarra.
Hombre que ahora lloras.
Sigue llorando y escribe sin pena.
Hombre viejo,
que te creíste rey.
Llora y recuerda lo que fuiste.
Llora y asimila que ya no existe.
Llora, y exhala el último aliento
con un gran grito amargo.
-Angel García
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